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miércoles, 28 de febrero de 2018

OÑATZ DANTZA TALDEA ELTZIAN.

D.V.
La gran familia de Oñatz Dantza Taldea está de enhorabuena. Tras más de tres décadas en los sótanos de Errekalde Herri Eskola, el popular grupo de baile acaba de mudarse a su nuevo hogar: Eltzia. Desde el lunes opera ya con total normalidad en el vivero de cultura, arte, creatividad y dinamización vecinal en el que se ha convertido el antiguo edificio de Eteo.
Era una mudanza muy esperada, ya que supone un gran salto cualitativo en lo que a instalaciones se refiere. No solo han dicho adiós a los problemas de humedad que tantos quebraderos de cabeza les han causado, se ha mejorado sustancialmente la confortabilidad del equipamiento y las condiciones para la práctica del baile. Tres amplias salas con suelo de tarima de madera amortiguada, grandes espejos y ventanales, armarios con gran capacidad de almacenaje, además de equipamiento de imagen y sonido, permitirán a los 400 dantzaris que configuran Oñatz cultivar el folklore euskaldun en óptimas condiciones.
Las aulas recibían el lunes la aprobación general de los primeros grupos de gaztetxos. «A los que vivimos en el centro nos queda un poco más lejos, pero a los de Ugarkalde y Olakua les viene fenomenal. Los locales están muy bien, mucho mejor que los de Errekalde, el suelo es una pasada y la temperatura también, no hace nada de frío» comentaban. El peregrinaje y el descubrimieno se repetirá durante toda la semana, porque de lunes a sábado, hay ensayos a diario. «Tenemos 18 grupos por edades, 330 menores y 70 en el grupo de adultos. Para nosotros es un paso adelante, supone un cambio importante, y aprovechando la mudanza, hemos incorporado también algunas nuevas rutinas de organización. La verdad es que estamos muy contentos, a ver lo que les parece a los dantzaris txikis» relataban desde la agrupación.
Además de disponer de nuevos y funcionales locales de ensayo, Oñatz ha ganado espacio de almacén, al disponer de un local destinado en exclusiva a todo el vestuario, el material y los equipos de sonido portátiles. El sentimiento de satisfacción es palpable en el seno de una agrupación que lleva ya 48 años al pie del cañón, y a las puertas de sus Bodas de Oro ( las celebrará en 2020), cuenta con una saludable cantera y ahora, además, con unas estupendas instalaciones para bailar y seguir divulgando el foklore de Euskal Herria.
Nada que ver con aquel local en la Avenida en la que la sociedad cultural Oñatz dio los primeros pasos. Luego estuvieron unos años en los bajos del Instituto y en las Benedictinas, hasta que a principios de los 80 se trasladaron a Errekalde, primero al parvulario que en la actualidad ocupa Ganbara Abesbatza, y luego a los bajos de Errekalde Herri Eskola, la que ha sido su casa durante más de treinta años, compartiendo instalaciones con la Banda de Música durante muchos años, los grupos de rock hasta hace poco, o las tamborradas. Todos fueron poco a poco trasladándose a nuevas instalaciones, y los últimos en hacerlo han sido los dantzaris.

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