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domingo, 22 de enero de 2017

El 'Gernika'.

D.V.

El 'Gernika' celebra su centenario en Oñati



Ahora. El histórico roble se sometió en otoño a un 'chequeo' que certificó su buena salud.
Ahora. El histórico roble se sometió en otoño a un 'chequeo' que certificó su buena salud. / MARIAN

  • El viernes se cumple un siglo de la sesión plenaria que aprobó la plantación de este monumento con raíces el 2 de febrero de 1917 «en el juego de pelota» de la plaza

  • La banda, dantzaris, txistularis, coros... amenizarán la celebración organizada junto al histórico árbol



De tanto verlo acostumbramos a confundirlo con el paisaje, a menospreciarlo, pero el 'Gernika oñatiarra' es otro de los monumentos singulares de la plaza de Oñati. Un roble con historia que tendrá un 'cumple-siglo' celebrado por todo lo alto. Eso sí, la fiesta será un día después. En lugar de festejarse el 2 de febrero, fecha en la que se cumple el centenario exacto de la plantación, será al día siguiente, «en viernes, con el objeto que la conmemoración sea más redonda y participativa» han explicado desde el gobierno municipal.
La idea es soplar las velas en un ambiente festivo, y aprovechar la onosmástica para colocar una placa conmemorativa sobre el significado histórico de este monumento con raíces que según un reciente 'chequeo ' llega a la centuria en plenas facultades. Un reconstituyente 'lifting' y algo de cirugía (pequeñas amputaciones) realizadas por el consultor en arbolado urbano Gabriel Iguiñiz este otoño, le permiten afrontar el futuro con bastante mejor salud que la mayoría de los 'hermanos' que tiene esparcidos por el mundo. Y, acostumbrado como está, al jolgorio de los niños que juegan junto a él, la fiesta de cumpleaños no alterará demasiado su día a día. Lejos queda ya la soledad que le acompañó en los primeros años de vida, y de la que queda constancia en la foto antigua del Archivo Municipal que ilustra esta información.



Dentro de seis días, el viernes, se cumplirá un siglo de aquel pleno que, el 27 de enero de 1917, acordaba trasplantar un retoño del árbol de Gernika en el ahora área ajardinada de la Plaza con el objeto de «simbolizar el respeto de los oñatiarras a los Fueros y al árbol donde se juraban los mismos». Pocos días después, el 2 febrero, festividad de la Candelaria, se celebraba la citada plantación tras la misa mayor con asistencia, según las crónicas de la época, «de todas las autoridades religiosas y civiles, colegios y escuelas y numeroso público».



Fue una fiesta «por todo lo alto» que tuvo a dos niños como protagonistas: José Mari Gomendio y Ángel Ortiz, encargados de plantar con sus manos el 'Gernika oñatiarra', que fue bendecido por el párroco Ladislao Sagastizabal. Un álbum fotográfico con documentación e instantáneas de tan señalada jornada, donados por la familia Ugarte-Elorza, se conservan desde el 14 de febrero de 1975 en la Casa de Juntas de Gernika, que obedeciendo al espíritu de la canción compuesta por J. M. Iparragirre en el siglo XIX , que en uno de sus versos dice: 'eman ta zabal zazu munduan frutua' (da y extiende tu fruto por el mundo), desplegó las raíces del roble por lugares emblemáticos de todo el planeta, pudiendo encontrar retoños en muchos países de Sudamérica (Argentina, Colombia, Uruguay, México, etc.), o más cerca, en Europa, en el corazón de la ciudad eterna: Roma. También hay un retoño en el campo de concentración de Gurs (Francia) como homenaje a los vascos allí recluidos tras la guerra civil, o en Nairobi, en colaboración con la premio nobel de la paz: Wangari Maathai, o incluso en la misma zona cero de Nueva York, por poner solo unos ejemplos.
El oñatiarra es la estrella de los jadines de la plaza, y en su 100 cumpleaños recibirá, entre otros, la felicitación de la Banda de Música, los txistularis, dantzaris de Oñatz, coralistas y corporativos oñatiarras. El Ayuntamiento ha preparado una fiesta de cumpleaños, cuyos detalles y lista final de participantes se cerrará los próximos días.
Y antes y después, como aperitivo y colofón, la asociación cultural Artixa colgará una exposición fotográfica en kultur etxea. Imágenes del Árbol de Gernika compartirán protagonismo con otra variada temática de fotos antiguas, desde la celebración del primer Congreso de Estudios Vascos celebrado en Oñati en 1918, a la recuerdos del Ferrocarril Vasco Navarro entre otros. Un viaje al pasado en blanco y negro que podrá realizarse del 30 de enero al 12 de febrero en kultur etxea bajo el título 'Gernikako arbolak, 100 urte'.
Un símbolo y una placa
La veneración de los vizcaínos y vascos en general por el Árbol de Gernika es inmemorial. Cuenta la bibliografía consultada, que el árbol simboliza las esencias más profundas del alma política euskaldun, y su afán de autogobierno.
Los señores de Bizkaia habían de jurar bajo el árbol, guardar y respetar los usos y costumbres de los vizcaínos, es decir, los Fueros. Solamente después de cumplimentado este requisito, eran reconocidos como tales. En el siglo XIV, por razones de descendencia, se dará una unión de los títulos de Señor de Bizkaia y Rey de Castilla en una misma persona. La unión no afectará a la peculiaridad e independencia institucional del Señorío y, de esta manera, los sucesivos monarcas castellanos debían jurar bajo el árbol respeto y acatamiento a los Fueros de Bizkaia. Si alguna disposición del señor contravenía el Fuero se aplicaba el llamado pase foral por las Juntas Generales que rezaba: «Se acata pero no se cumple».
La tradición sitúa el siglo XIV como época de nacimiento del árbol más antiguo documentado, y desde entonces el Árbol padre y sus descendientes han sobrevivido a todo tipo de vicisitudes, incluido el devastador bombardeo que arrasó Gernika en la guerra civil y que inspiró a Picasso en su famoso cuadro.
El llamado 'Árbol Padre' murió en 1742, y en su lugar plantaron el llamado 'Árbol Viejo', cuyo tronco puede verse aún en el recinto de la Casa de Juntas. Sin embargo, éste también falleció en 1860, siendo sustituido por el 'Árbol Hijo' que duró hasta el 20 de abril de 2004 y fue reemplazado el 25 de febrero de 2005 por uno de sus retoños nacido en 1986.
Este tuvo también corta vida, porque el 2 de marzo de 2015 fue sustituido por un ejemplar proveniente de una bellota del anterior roble.El oñatiarra está a punto der cumplir un siglo, luciendo magestuoo en los jardines de la plaza.

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