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LA ESCUELA DE ARAOTZ PASA A SER UNA INFRAESTRUCTURA MUNICIPAL CON EL CONVENIO QUE REGULARIZA LA PRÁCTICA DE ESTE DEPORTE Y LA PROTECCIÓN DEL MEDIO NATURAL
UN REPORTAJE DE ANABEL DOMINGUEZ - Domingo, 26 de Mayo de 2019 - Actualizado a las 06:03h
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Las paredes rocosas de Araotz son todo un reclamo para cientos de hombres y mujeres araña. Fotos: Federación Guipuzcoana de Montaña |
La joya de la escalada guipuzcoana, Araotz, todo un reclamo para cientos de hombres y mujeres araña, ha pasado a engrosar la lista de infraestructuras municipales de Oñati, gracias al laborioso proceso que se ha llevado a cabo para preservar este paraíso de verticales e impresionantes rocosas paredes que ascienden hacia el cielo. Este concienzudo y no dificultoso trabajo ha desembocado en un convenio entre el Ayuntamiento, la Diputación, la Federación Guipuzcoana de Montaña, la sección de escalada del club Aloña Mendi y propietarios de terrenos de Araotz, que determina cuestiones como quién debe reequipar las vías de la escuela de escalada, o cómo regular la práctica deportiva y la conservación del ecosistema de la zona.
Fue en la década de los 80 del siglo pasado cuando empezaron a abrirse en Araotz las primeras vías de manera espontánea, y aunque muchas han sido reequipadas de forma altruista por los escaladores, con el paso del tiempo el material se ha ido envejeciendo. Eso por un lado, y por otro, al tratarse de una disciplina deportiva de riesgo, que se desarrolla, además, al aire libre, surgían incógnitas en torno a las responsabilidades de los agentes implicados, los usos y derechos, sin olvidar los enredos legales.
Así que la sección del club deportivo Aloña Mendi de Oñati decidió poner el poco en la preservación de la actividad en la escuela de Araotz, dentro de un proyecto más amplio que echó a andar en 2014 bajo el paraguas de la Federación Guipuzcoana de Montaña. Esta presentó a la Diputación un plan de ejecución para el reequipamiento y mantenimiento de 25 áreas de escalada del territorio -al final se concretaron 17-, entre las que se encuentran dos de las más destacadas, las oñatiarras de Araotz (con 389 vías) y Atxuri o Kortakoagain (42). Todo ello en perfecta sintonía con la protección del medio natural y sus especies de fauna y flora.
El técnico de Deportes del ente foral, José Luis Andueza, reconocía esta semana que el proyecto ha resultado “complejo, porque era muy innovador, pero está avanzando correctamente”. Recalcó, a su vez, que el compromiso económico de la Diputación se traduce en una partida de 25.000 euros anuales de 2017 a 2020 para el reequipamiento de escuelas de escalada, tras el desembolso inicial de 133.000 euros en 2014 y 2015.
Escuela consolidada
El edil de Deportes, Borja Moiua, precisó que el Ayuntamiento apostó por esta iniciativa porque “la escuela de escalada de Araotz está consolidada y atrae a mucha gente”. En este contexto se iniciaron los contactos con los titulares de los terrenos privados para informarles de la problemática existente y encarar la cesión de las propiedades que no eran públicas. “Jurídicamente ha sido un proceso complicado, pero el resultado final es lo importante;los escaladores ganan en seguridad, los dueños privados eluden responsabilidades, se regulariza y protege el entorno, y el Consistorio se hace con una infraestructura deportiva para trabajar en conjunto la oferta de ocio activo y el patrimonio natural y cultural de Araotz”, insistió Moiua, que agradeció a los propietarios la cesión de sus parcelas del área de escalada al Ayuntamiento (Araotzeko auzo elkartea, Marcos y Mari Carmen Barrena, y Pedro, Migel y María Pilar Letamendi).
De este modo, la colaboración entre las administraciones públicas, la federación y agentes privados ha sentado las bases para mantener estas infraestructuras en buenas condiciones, promocionando la escalada como recurso sostenible de turismo activo.
En las áreas de Oñati
En el caso de Oñati, el Consistorio incorpora la zona de Araotz dentro de las infraestructuras deportivas municipales, poniéndose al frente de su mantenimiento horizontal (accesos, limpieza, señalización…) y dirimiendo a los propietarios privados de responsabilidad ante cualquier suceso o imprevisto. La Federación de Montaña, por su parte, se encarga del mantenimiento vertical (el estado de las vías) con la ayuda económica de la Diputación, que actúa también como garante transversal. La seguridad de los escaladores, renovando los anclajes con estándares de calidad queda garantizada, junto con la protección del patrimonio natural y cultural, y la delimitación de usos.
En lo referente a las áreas de escalada oñatiarras, el gerente de la Federación Guipuzcoana de Montaña, Tetxus Barandiaran, explicó que el reequipamiento y mantenimiento afrontará una nueva fase en otoño. En Kortakoagain hasta la fecha se han reequipado 33 vías (está pendiente el 21%), mientras que en Araotz se ha hecho lo propio en un centenar, quedando por actuar en el 73%. El objetivo es que las intervenciones vayan acometiéndose “todos los años” para que las paredes rocosas de Araotz sigan siendo un lugar de encuentro seguro de los amantes de las alturas.
Desde la sección de escalada del Aloña, su miembro Gaizka Galfarsoro resaltó “el compromiso personal del alcalde Mikel Biain con este proyecto, así como la labor ejercida por el edil Borja Moiua”. Se refirió, asimismo, a los acuerdos alcanzados, pidiendo que la colaboración “siga en marcha”, y destacó el compromiso de la familia de escaladores de Araotz con “la escalada sostenible, al desequiparse ocho vías en el entorno de Sandaili”.
En definitiva, un proyecto alumbrado en Gipuzkoa, “pionero a nivel estatal”, que ha despertado un gran interés en el mundo de la montaña, la escalada y el turismo activo “bajo el prisma medioambiental”.