Unai Agirrebalzategi debutó con la escuadra naranja en Mallorca y en marzo viajará a Bélgica y Francia
Marian Gonzalez
Viernes, 17 de febrero 2023
El pelotón ciclista profesional tiene de nuevo a un oñatiarra en sus filas. El masajista Unai Agirrebalzategi debutó como auxiliar de Euskaltel en la Challenge de Mallorca, y ya cuenta los días para partir hacia Bélgica.
En la Fundación Ciclista Euskadi ha descubierto la otra cara de un deporte que le apasiona desde niño, compaginando la aventura con su trabajo como monitor de k-strech. «Me han permitido seleccionar las carreras en las que quiero participar, probarme en el mundillo, y si todo va bien la temporada que viene tendré que darle una vuelta a mi situación laboral. De momento, estoy disfrutando del presente, tanto en las carreras. como con el k-strech. La gente ha entendido a la perfección la oportunidad que me ha surgido, y me apoyan al cien por cien» señala.
Unai es técnico en actividades físicas y deportivas, diplomado en educación física y titulado en masaje deportivo, k-stretch y quiromasaje, y esta campaña forma parte del equipo de auxiliares de Euskaltel. Masajistas que no solo trabajan para recuperar a los ciclistas de sus esfuerzos tras las carreras. Son también conductores, les llevan las comidas en los avituallamientos «hacemos un poco de todo» explica.
Una experiencia «inolvidable»
La experiencia en Mallorca la califica como «inolvidable». Desde que era un chaval le ha gustado el ciclismo, «me gusta salir a pedalear, pero poder vivir el ciclismo profesional desde dentro ha sido increíble. Es un deporte muy noble. Si alguien, aunque sea de otro equipo, necesita que le echen una mano en algo, no se duda en ayudar. Es un deporte tan sacrificado, tan duro, pasan tanto tiempo fuera de casa, que el mundo del ciclismo se convierte en familia» señala.
Califica el trabajo de los auxiliares como «muy intenso». Las jornadas arrancan sobre las 6.30-7.00 para terminar de preparar la jornada, bidones, comida, avituallamientos... Luego se acercan a salida de carrera, atan los últimos flecos, y se acercan a los puntos de avituallamiento. Después hay que ir a la meta, antes de que lleguen los ciclistas, por si necesitan ropa seca o de abrigo, algo para beber... Hablan con ellos de como ha sido la jornada, y si hay podium les preparan. Al volver al hotel llega la hora del masaje y de ultimar todo para el día siguiente. Un trabajo intenso, pero que engancha y del que Unai regresó con un sentimiento «súper positivo».
«Desde el minuto uno me han hecho sentir como uno más del equipo, hemos tenido muy buen ambiente, con los ciclistas, con el director y los auxiliares, me sentía parte de la familia. Parte de este espectáculo deportivo que es el ciclismo» relata entusiasmado. Se ha sentido muy a gusto en el equipo, y ellos le han transmitido lo mismo, con lo que su idea, es «seguir aportando todo lo que pueda al equipo y a la fundación».
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