jueves, 18 de agosto de 2022

SALTAN LAS ALARMAS ANTE EL DETERIORO DE LA UNIVERSIDAD DE OÑATI (siglo XVI) .

 Áncora

17/08/2022.
El desprendimiento de un gran bloque de piedra ha vuelto a evidenciar la preocupante situación en que se encuentra la Universidad de Sancti Spiritus, obra cumbre del Renacimiento en el País Vasco. El año pasado se desplomó una gárgola y ahora ha caído una pilastra que soportaba el arcosolio con el busto orante de su fundador, el obispo Rodrigo Mercado de Zuazola. Esta pieza de grandes dimensiones y situada en su fachada principal era un elemento central a nivel compositivo, siendo el destrozo muy notable. El edificio fue construido entre 1540 y 1548, con piedra de la cantera Oa de Zerain. Fue la primera universidad del territorio vasco, concebida a semejanza de la Universidad de Alcalá de Henares o el Colegio de Santa Cruz de Valladolid, instituidos también por ilustres prelados.
Este mecenas oñatiarra obtuvo la bula fundacional del papa Paulo III, situando el nuevo centro de enseñanza bajo la protección del emperador Carlos V, cuyas armas presiden la fachada principal. Su acceso está flanqueado por las figuras de San Agustín y San Jerónimo, patronos de la Filosofía y de la Teología, concentrándose el programa iconográfico en 4 esbeltos pilastrones, decorados con grutescos. Contienen imágenes femeninas representando virtudes y las Hazañas de Hércules, héroe pagano que simboliza el combate frente al mal.
El conjunto universitario se articula en torno a un patio con doble arquería, en cuyas enjutas hay medallones y escudos. Las trazas del proyecto fueron examinadas por Rodrigo Gil de Hontañón y en las labores escultóricas trabajó el entallador francés Pierres Picart. En 1931 fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional y el Gobierno Vasco le reconoce la máxima protección legal. No existe una estrategia de conservación preventiva a largo plazo. Urge efectuar un diagnóstico para detectar las patologías, adoptando un protocolo de cara a minimizar riesgos y restituir los daños. El Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno Vasco tienen la obligación de actuar movilizando todos los recursos para salvar esta joya del arte guipuzcoano





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