lunes, 2 de julio de 2018

Xabier Infante ‘Artza’ .

NDG.


XABIER INFANTE ‘ARTZA’ ENTRENADOR DE LA SECCIÓN DE NATACIÓN DEL ALOÑA MENDI

“En Oñati existe una cultura de piscina;de nadar”

Xabier Infante ‘Artza’ es un hombre de piscina. Tras 33 años como entrenador de natación en el club oñatiarra del Aloña Mendi, cederá el testigo a Josune Odriozola
ANABEL DOMINGUEZ - Sábado, 30 de Junio de 2018 - Actualizado a las 06:04h
Xabier Infante 'Artza'
Xabier Infante 'Artza'
OÑATI- El cloro corre por sus venas. Las primeras brazadas que con ocho años empezó a dar en la piscina del complejo deportivo del Estadio, a las órdenes de Txotxe López de Aberasturi, cimentaron los pilares de una vida que ha transcurrido -y transcurre- entre las cuatro paredes de una piscina. A Xabier Infante Artza le atrapó el agua. Ahora, después de más de tres décadas al pie del cañón, el padre de la sección de natación del Aloña Mendi se va a despedir como entrenador. Lo hace dejando al club “con buena salud”, resalta este gasteiztarra -“peto-petoa”, puntualiza-, que con 24 años llegó a vivir a Oñati. La entrevista se desarrolla en el polideportivo de Zubikoa, su segunda casa;“o primera, teniendo en cuenta las horas que paso aquí”, bromea. Nos atiende después de un entrenamiento.
Le ha llegado la hora de jubilarse.
-Hace dos años un buen amigo, Alfredo Meléndez, que tiene mi misma edad, en una competición en Pamplona me comunicó que se retiraba como entrenador de la Náutica de Portugalete. Ese día llegué al hotel y empecé a darle vueltas: Alfredo se va, igual es hora de pensármelo yo también. Entonces le dije a la directiva del Aloña que con 60 años lo dejaba (los cumple el próximo 20 de julio).
De momento se va a retirar de la primera línea. En la próxima temporada ayudará a su sucesora, Josune Odriozola, en los entrenamientos.
-Así es. Josune estuvo nadando conmigo desde los ocho hasta los 20 años, y conoce perfectamente el club. Sabe que va a tener un año muy complicado, el de las obras en Zubikoa, pero hay que aguantar como sea. Así que en la próxima temporada me retiraré de la competición, pero antes de dejarlo definitivamente -con la renovación del polideportivo- echaré un cable a Josune en los entrenamientos y seguiré impartiendo los cursos.
¿Cómo empezó a nadar?
-Fue con ocho años. Estaba viendo cómo nadaban los integrantes del club Judizmendi en el Estadio de Vitoria y su entrenador, que luego fue el mío, Txotxe López de Aberasturi, me animó a probar. Quedé enganchado, tengo cloro en la sangre (se ríe). Estudié Magisterio y cuando me tocó elegir entre seguir por este camino o dedicarme a la natación, escogí esto último (se formó en esta disciplina). Cumplí 25 años viviendo en Oñati y tenía claro que el pueblo debía contar con un equipo de natación. Empezamos con una docena de chavales. Los padres se implicaron mucho y el Aloña nos acogió estupendamente.
33 años. ¡Cuántos recuerdos!
-Sin duda. Hace dos jueves, sin ir más lejos, vine a Zubikoa como siempre, a las 5.40 horas de la mañana (los entrenamientos empiezan a las 6.00), encendí las luces y me encontré a los chavales aplaudiendo, con una pancarta;me cantaron un bertso y bailaron un aurresku. Me da mucha pena dejarlo;he llorado mucho estas semanas, pero la decisión está tomada. También recuerdo, entre otras muchas vivencias, la celebración del 25º aniversario de la sección. Fue un día muy bonito, hasta vino Oier López de Lacalle (fue uno de sus pupilos), que por entonces vivía en Suecia. Me quedé alucinado, eso quiere decir que le has dado algo más que el nadar.
Sin embargo, podrá dedicarle más tiempo a sus aficiones.
-Me gusta esquiar, y a partir de ahora podré hacerlo un poco más, y también viajar. Además de poder atender más a las cuadrillas.
¿Qué le ha dado la natación?
-Muchísimo, muy buenos amigos y amigas. Experiencia en la vida. Por otro lado, tengo que decir que cuando he llegado rebotado de una competición, pronto se me ha pasado. No hay nada mejor que la cuadrilla de Vitoria y la de Oñati no sepan nada sobre natación (vuelve a reírse).
En estos momentos, ¿de qué salud goza la natación en Oñati?
-De buena. En números hay unos 150 integrantes, desde los nueve hasta los 20 años (salvo alguna excepción). Tenemos representantes en todos los campeonatos de Gipuzkoa y Euskal Herria. El curso pasado tuvimos tres nadadores en los campeonatos de España, y en este dos son seguras y esperamos que lo consigan otros dos. No hemos tenido grandes vaivenes en todos estos años. Siempre hemos contado con una buena base. La natación es un deporte exigente, tenemos entrenamientos seis días a la semana y cada competición es larguísima, nada que ver con la hora y media de un partido de fútbol.
Pregunta obligada. Después de tantos años reivindicándolo, la instalación acuática se va a ampliar.
-Ha habido que convencer a la gente de la necesidad de ampliar las piscinas. La instalación acuática tiene 34 años, está vieja y ha llegado el momento de reformarla, y que dentro de este nuevo proyecto venga otra gente para dinamizarla. Que se incorporen nuevas ideas.
Ya era hora...
-Estoy contento con el paso que se ha dado y muy agradecido al alcalde por haber empezado a mover el tema, cosa que no habían hecho los demás. No se había promovido una iniciativa de agentes activos del pueblo mirando las necesidades, en este caso, deportivas. Ahora hay que hacer una buena elección entre las tres empresas que han concurrido a la licitación del proyecto -se encuentra en la fase de adjudicar su redacción- para renovar Zubikoa, y hacer un seguimiento de las obras cuando estas arranquen. Hay que destacar, a su vez, que se haya incluido en los pliegos el tema de la eficiencia energética, que es fundamental. Una vez ampliada la piscina, permitirá contar con una distribución diferente. Los usuarios tendrán tres-cuatro calles para nadar tranquilamente, y el Aloña podrá organizarse de otro modo. Esta instalación siempre ha estado llena, de ahí que los entrenamientos se empezaran a realizar por la mañana. Invertir en deporte es hacerlo en calidad de vida;creo que en Oñati hay una cultura de piscina, de nadar.

Gipuzkoando

Un txoko guipuzcoano. Orka-tzategi y Aitzulo. Dignos de ver y de disfrutar.
Una fiesta. Errosaixo Bixamona, en Oñati.
Un monte. Andarto. Tiene un doble encanto, está perdido y en su parte baja se encuentra Degurixa.
Un paisaje. Errezil. Un valle espectacular.
Una playa. No soy de playa (se ríe). Diré Zumaia.

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