Cuenta atrás para las monjas de la residencia
Iñazio Irizar está coordinando un libro sobre los 153 años de historia de esta congregación dedicada a la labor asistencial
Dentro de una semana partirán hacia sus nuevos destinos, pero regresarán para el homenaje del 2 de abril
Las hermanas de la Caridad Maite, Elena, Lurdes, Ino, Pilar, Mari Paz, Milagros, Mirari, Margari, Carmen y Maria Jesús preparan las maletas. Lo hacen un poco antes de lo esperado, muy agradecidas por el apoyo que han recibido desde que se conoció la noticia de su marcha de la residencia de ancianos, y también con mucha pena.
Cada cual se llevará consigo un pedacito de historia, ya que son las últimas representantes de una congregación que durante 153 años se ha dedicado a cuidar a los mayores y a los enfermos, y también estuvo involucrada en la enseñanza. Pero su trabajo no quedará en el olvido ya que Iñazio Irizar completa estos días un libro que verá la luz el 1 de abril, un día antes del homenaje popular organizado en la parroquia con la participación de la banda y las corales Oñatz y Olaitturri, entre otros.
La idea era que el tributo fuese antes del adiós (previsto inicialmente para primavera) pero las fechas se han precipitado. «Todavía no sabemos los nuevos destinos, pero sí nos han confirmado ya que la fecha tope de partida será el 15 de febrero. No nos iremos todas juntas, algunas posiblemente marcharán antes, pero la cuenta atrás ya ha comenzado» explicaban tras la misa que, junto a los miembros de la Junta de San Martín, compartieron el sábado en memoria de Regino Biain, el que fuera administrador del servicio durante 36 años.
Un oficio religioso cargado de emotividad y aderezado por cantos, que algunos feligreses aprovecharon para despedir a las hermanas de la Caridad, y en el que, algunas, no pudieron evitar las lágrimas. No serán la últimas porque la semana que viene San Martin Egoitza cerrará oficialmente una etapa ligada a la monjas, y abrirá una nueva sin ellas.
«Es una decisión tomada por los superiores de la compañía, que al no haber relevo generacional está reagrupando a las monjas por zonas. En Gipuzkoa ya solo hay hermanas de la Caridad en las residencias de Hondarribia y Oñati. Han hecho una gran labor asistencial en favor de los más desfavorecidos en épocas sin tanta conciencia social como hoy en día, y también las últimas décadas, al aportar mucho más que trabajo. Pensamos que sería bonito rendirles un tributo antes de que se fueran» explicaban en vísperas de Navidad los promotores del acto de homenaje previsto para el 2 de abril.
Al final éste será tras su marcha, al precipitarse la despedida, pero todas han confirmado su presencia, además de las antiguas madres superioras.
Cariño de la gente
La idea es trasmitirles el cariño de la gente por su labor y las de sus antecesoras en la residencia, el antiguo hospital y en La Milagrosa. Y es que no hay que olvidar que las hermanas de la Caridad, estuvieron involucradas en la enseñanza hasta 2001, cuando se produjo la fusión de La Milagrosa y las Benedictinas en el proyecto educativo Elkar Hezi. A partir de ese año se centraron en su labor en la residencia, que les mantendrá hasta el último día al pie de cañón porque, a pesar de que diez están jubiladas, las que pueden siguen colaborando en el día a día.
La presencia de la congregación en Oñati se remonta a noviembre de 1864, y su primer emplazamiento fue el antiguo hospital donde daban clases y cuidaban a los mayores. Tras el derribo de éste en 1966 para la construcción de Instituto y mientras se levantaba San Martín (inaugurada en 1974) la residencia y las monjas estuvieron provisionalmente en Etxaluze.
Este mes se marchan de Oñati, y las personas que tengan alguna foto de su paso por la villa y quieran colaborar en homenaje, están aún a tiempo de aportar testimonios gráficos para el libro en la recepción de la Residencia o el mail: irizar53@gmail.com.
El plazo de recepción de originales se cierra este viernes, justo en vísperas de un adiós, que cierra una etapa en el servicio asistencial a los mayores y abre otra de transición ya que el año que viene el ente foral Kabia asumirá su gestión, en el marco de un proyecto que para 2019, quiere englobar a 16 residencias públicas de Gipuzkoa.
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